sábado, 10 de noviembre de 2018

Seguimos reflexionando sobre el proceso de aprendizaje...

A lo largo de estas semanas haciendo el curso de paisajes de aprendizaje, he tenido la oportunidad de hacer nuevas actividades que nunca había hecho y de reflexionar sobre nuevas ideas y posibilidades para llevar a cabo en el aula. 
Cuando realicé la matriz que se nos pedía, me di cuenta de que haciendo este tipo de actividad, respondes a todas las inteligencias múltiples. La actividad consistía en relacionar los niveles de la taxonomía de Bloom con las inteligencias y elaborar actividades que relacionaran ambos aspectos. Desde mi punto de vista, llevando a cabo tareas tan dispares, haces que todos los alumnos se sientan integrados en la actividad y, en algún momento de la misma  se sienten protagonistas, ayudando así a sus compañeros. Digamos que las debilidades de unos se unen con las fortalezas de otros y viceversa, siendo todo ello positivo. 
Como todo lo malo que suelo ver en las nuevas metodologías, es el tiempo que hay que invertir en pensar las actividades y unirlas a la programación. Ese tiempo no es perdido, desde luego, sino invertido ya que tendremos una batería de actividades que nos serán útiles e incluso pueden servir en distintos cursos.
Como contrapunto muy positivo, aumentando en los niveles de la taxonomía de Bloom y tocando todas las IIMM abarcamos mejor la atención a la diversidad o las mayores capacidades de nuestros alumnos. Les hacemos partícipes de su propio aprendizaje y conscientes de cuáles son sus fortalezas y en qué deben mejorar.

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